Traé tus tapitas a la Biblio y dale una mano al Hospital de Niños

20 de agosto 2010: Entregamos las primeras 1.000 tapitas de gaseosa al Hospital de Niños San Roque de Paraná. Pero la campaña empieza ahora. Resulta que hay una empresa que fabrica juegos para niños con el mismo plástico con el que están hechas las tapas de las bebidas. Al reutilizar este plástico --en lugar de producir uno nuevo desde cero-- disminuyen sus costos. A cambio de ayudarla a bajar costos, la fábrica le da productos que el hospital necesita: por ejemplo sillas de ruedas y juegos infantiles.
Nuestros gobiernos, año a año, llevan adelante políticas que producen enfermedades en la población (por ejemplo: alientan un modelo de producción agraria que incluye fumigaciones aéreas con herbicidas ultra tóxicos y sin controles) y tampoco cumplen luego su obligación de girar a los centros de salud los dineros necesarios para que estos puedan curar a quienes no deberían haberse enfermado. En este contexto surgen campañas solidarias como ésta. Pero, en verdad, se necesitan muchííííííísimas tapas para que la empresa largue algo. Por eso, contagiate: ayudanos a juntar mil más. Y otras mil más. Y así sucesivamente. Todos los sábados, domingos y lunes, de 5 a 7 de la tarde, te esperamos en la Biblio: Rivadavia 453, al fondo. ¡Traé tus tapitas! (Fotos: antes, las tapas sobre el tapete; después, empleadas del San Roque con el primer "cargamento").

¿Por qué esta biblioteca se llama Tilo Wenner?

Tilo Wenner es el único escritor y el único periodista nacido en la provincia de Entre Ríos que fue desaparecido por la última dictadura cívico-militar argentina (1976-1983). Sin embargo, hasta hace muy poco, casi no había periodistas, ni escritores, ni militantes de derechos humanos, ni investigadores entrerrianos que hubieran siquiera oído hablar de él alguna vez. Para ganarle otra batalla a ese olvido --nada casual-- es que esta biblioteca decide honrar su memoria colocándose su nombre.
La figura de Tilo Wenner no encaja en los estereotipos de los militantes sociales de los 70 ni tampoco en los moldes establecidos para los escritores politizados de los 50, 60, 70...
Wenner, nacido en General Galarza (departamento Gualeguay) fue el fundador y el máximo referente de un movimiento literario de vanguardia que actuó en Buenos Aires y alrededores entre 1957 y 1964: el Movimiento del Espíritu Experimental. Los experimentalistas, como los demás grupos de vanguardia de los 50-60, elaboraron su manifiesto; pero en una época de extremismos poéticos, a diferencia de los otros, este conjunto de poetas desarrolló su proyecto de escritura como una suerte de lanza transversal que criticó duramente --por vía teórica y mediante obra propia-- los lugares comunes, las ingenuidades y las resignaciones de las demás vanguardias. Inquietantes, intransigentes, sarcásticos, pasionales, Wenner y los experimentalistas se ganaron más enemigos que amigos tanto entre las corrientes literarias más ortodoxas como en las vertientes supuestamente más renovadoras de ese tiempo: surrealismo, creacionismo, invencionismo y demás ismos.
Pero el nivel de autoexigencia a la hora de escribir dejó extenuado y diezmado al grupo en menos de una década. La descomposición del Movimiento Experimental fue acogida con alivio en el sistema literario. La historia de la literatura argentina, redactada muchas veces por aquellos a quienes el experimentalismo puso alguna vez en ridículo, ha sido mezquina con este fenómeno tan fugaz como disruptor; sistemáticamente se ha tergiversado (cuando no ignorado) su actuación y su legado literarios.
El concepto de libro se volvió arbitrario en la experiencia poético-ensayística de Tilo Wenner: un mero efecto de la edición que a veces tiene poca relación con la unidad de sentido que normalmente se le atribuye al espacio-tiempo-objeto que abarca la palabra libro. Leyendo a Wenner es posible encontrar una dedicatoria en la página 48, o tres libros independientes contenidos bajo un nombre común. Así es que pasando por alto estas puestas en crisis de la idea de lo que un libro es, y siguiendo el clásico criterio de la compaginación en un mismo volumen, se hace posible indicar que la bibliografía de Tilo Wenner se compone de los siguientes títulos: La pasión rota (1957), Cantos a mi amiga loca (1957), Kenia (1958), Faz de Cordi (1959), Magnético (1959), Uhr (1960), El pie del vacío (1960), Pájaro inteligible (1960), Transmutación (1961), El libro de vidrio (1963), La libertad la amistad el amor (1964), Algunas máquinas imperfectas (1969) y Límite real (1972).
En 1964 Wenner se radica en Escobar, provincia de Buenos Aires. Allí funda y dirige durante 12 años el periódico El Actual, semanario que con un reducido plantel de periodistas no cesó de denunciar las injusticias sufridas por la clase trabajadora y que, gracias a una ética insobornable, puso en aprietos de manera constante a los poderosos de la época. Un trabajador de El Actual es macabramente asesinado en enero del 76; otro miembro del periódico es desaparecido casi el mismo día en que secuestran a Tilo Wenner. El mediodía del 24 de marzo de 1976, volviendo a desobedecer las advertencias policiales y militares, Wenner denuncia en primera plana de El Actual un atentado sufrido esa misma madrugada por él y su familia en el inmueble donde vivían y funcionaba la redacción. A 48 horas de producido el golpe militar, el 26 de marzo de 1976, Tilo Wenner, que no ofrece resistencia, es llevado hasta la comisaría, a 30 metros de su casa. Ya no lo vuelven a soltar. Pasa ese día a ser uno de los 30.000 desaparecidos del régimen colonialista de Videla, Martínez de Hoz, Kissinger y Thatcher. Tenía 45 años, 1 mes y 23 días.
El hecho de que Wenner haya sido ante todo un lúcido intelectual, comprometido y valiente como pocos, pero radicalmente independiente; el hecho de que no haya militado orgánicamente en niguna de las organizaciones populares insurgentes de los 70 (aunque como periodista intervino de manera muy activa en los debates políticos de su tiempo a lo largo de 12 años) constituyen factores decisivos para explicar el desconocimiento de su caso y de su singular figura.
Las historias oficiales y las memorias oficiales tienden a ser parciales, acartonadas y disminuidas porque insisten en desconocer las trayectorias de vida de aquellos hombres que se ubican en márgenes inclasificables y que están dotados de un espíritu experimental, justiciero y libertario. Para otra memoria, para otra historia, más generosas, más sensibles, más justas, más libres, esta biblioteca desempolva el nombre de Tilo Wenner, el escritor, el periodista, el activista.